Mediterráneo

Estrecho de Gibraltar || Foto de Wikipedia

Investigadores liderados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han comprobado por primera vez de forma concisa la disminución del pH de las aguas que abandonan la cuenca mediterránea a través del Estrecho de Gibraltar. La investigación, publicada en el último número de la revista Scientific Reports, confirma la «elevada» vulnerabilidad del Mar Mediterráneo al proceso de acidificación.

Los océanos absorben el dióxido de carbono de origen humano y ésto provoca la acidificación oceánica, que es la responsable de descenso del pH del agua del mar.

Debido a su carácter semi-cerrado el Mar Mediterráneo es particularmente sensible a la acidificación, así como a las propiedades químicas y mecanismos de circulación de sus principales masas de agua y a que recibe carbono antropogénico desde el Atlántico Norte a través del Estrecho de Gibraltar.

La disminución del pH afecta al plancton oceánico y a los corales y bivalvos, que ven alterados sus mecanismos celulares de funcionamiento básico y el acceso al carbonato, cemento a partir del cual se construyen las estructuras calcáreas marinas. Según Huertas “en el Mediterráneo se han identificado ecosistemas icónicos especialmente sensibles a modificaciones en el pH de sus aguas, que comprenden desde las extensas praderas de posidonia hasta las comunidades costeras de corales rojos”. Y agrega: “Es esencial, por tanto, determinar con precisión qué grado de exposición al descenso de pH están experimentando estos hábitats mediterráneos”.

Los investigadores han determinado las tasas de acidificación mediante medidas realizadas durante tres años de manera ininterrumpida por sensores autónomos de gran precisión que registran de manera continua tanto el pH del agua de mar como los niveles de CO2 disueltos. La gestión y mantenimiento de la línea de fondeo que contenía los sensores se ha llevado a cabo en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía y la Universidad de Málaga.

Fuente: CSIC