Maletín con sensores utilizados para la toma de datos ambientales

Maletín con sensores utilizados para la toma de datos ambientales

Desde nuestros primeros acercamientos a la biología aprendemos que un ecosistema está compuesto por factores bióticos y abióticos, pero poco profundizamos en el conocimiento de las relaciones que entre estas dos fracciones se llevan a cabo.

Es importante señalar además que las relaciones verificadas entre el biotopo y la biocenosis en los ecosistemas acuáticos son distintas a las encontradas en un ecosistema terreste. Dadas las características intrínsecas del agua como elemento fundamental de un ecosistema acuático existen diversos  factores físicos, químicos e hidrosedimentológicos que se deben tener en cuenta, por ejemplo, para evaluar la dinámica de la población íctica y que pueden variar según analicemos un ambiente fluvial, lacustre, marino, etc.

Por un lado existe en cualquier cuerpo de agua, además de este líquido vital, una carga importante tanto de materia orgánica como sedimentos inorgánicos y por el otro, el agua posee características físico químicas particulares.

¿Qué podemos evaluar en un cuerpo de agua dulce?

Entre otros factores es importante tener en cuenta al momento de evaluar un ecosistema acuático, y que suelen ser estimados en campo son:

  • Transparencia: dependerá de las sustancias contenidas en el agua: sedimentos, materia orgánica particulada, comunidades como el plancton. La relacionamos con la zona fótica, donde verificamos procesos como la fotosíntesis. La forma más simple de estimarla es con el disco de Secchi. Podríamos relacionarla con la profundidad de la penetración de la luz y las condiciones para la predación visual.
  • Temperatura: la temperatura del agua es importante porque condiciona no solo la actividad de los seres vivos sino además la solubilidad de gases como el oxígeno o el dióxido de carbono, así como la marcación de la termoclina. Termómetros digitales son actualmente los más utilizados ya que permiten medir a diversas profundidades.
  • Oxígeno disuelto: este gas vital en los ecosistemas y para todos los seres vivos se encuentra en diversas concentraciones (expresadas en mg/l o partes por millón) según el cuerpo de agua, la temperatura y la actividad biótica, sin embargo se considera que el valor mínimo es 4 mg/l. al igual que la temperatura actualmente contamos con mediciones digitales.
  • Conductividad: es un valor que nos revela el poder de transmisión eléctrica del agua pero está íntimamente relacionado con la presencia de iones disueltos, por lo cual variará si hablamos de un ecosistema dulce, salobre o salado. Al igual que en los parámetros, puede estimarse por medio de instrumentos digitales.
  • pH: es un parámetro que indica cuantos iones hidrógenos se encuentran libres y se lo suele asociar a la acidez o alcalinidad de alguna sustancia. Para un ecosistema acuático es importante ya que a ciertos valores de pH algunos fenómenos biológicos y químicos pueden realizarse, por ejemplo respiración y fotosíntesis, y a su vez estos fenómenos pueden aumentar o disminuir el pH. Tiras de papel reactivo o sensores digitales son utilizados en laboratorio y mediciones de campo.
  • Velocidad de la corriente: depende de muchos factores como la geología y la morfología del curso, la distancia a la desembocadura, la posibilidad de estar represados, etc. Es importante porque colabora con la dispersión de huevos y plancton y ciertos mecanismos reproductivos.

Los factores ambientales físico y químicos modulan la dinámica de un ecosistema y los seres vivos que en el habitan.

¿Cómo se relacionan entonces con los peces?

 

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