Este fin de semana, a los 41 años, en el Zoo de San Diego, EE.UU., Nola, uno de los cuatros rinocerontes blancos del norte que quedaban en el mundo, ha muerto. Los veterinarios del parque decidieron practicarle una eutanasia a consecuencia de las complicaciones derivadas de una infección bacteriana, además de los problemas de salud relacionados con su edad, que hacían imposible su recuperación.
En un comunicado de la institución indican que «Nola deja un legado que sus cuidadores y el personal a cargo de los animales esperan continuar, con el objetivo de ayudar a la conservación del rinocerente en los años venideros».
Después de la muerte de Nola, solo quedan 3 ejemplares de rinoceronte blanco del norte, dos hembras y un macho, custodiados permanentemente por guardias armados en el parque natural de Ol Pejeta, Kenia.
En octubre de 2014, este parque naturaI tenía que lamentar la pérdida de Suni, por causas naturales, uno de los últimos machos reproductores y no se conoce a ninguno que haya sobrevivido en el medio silvestre. A comienzos de 2015 fallecía en la República Checa el rinoceronte Nabire, con lo que Sudan, el ejemplar macho de Ol Pejeta se convertía en el único macho reproductor vivo en el mundo. Lamentablemente, ninguna de las hembras del parque es capaz de reproducirse naturalmente y el recuento de espermatozoides de Sudan es muy bajo. La fecundación in vitro, quizá en una hembra de rinoceronte blanco del sur es, según los veterinarios, la única posibilidad para la continuación de la especie.
El rinoceronte blanco del norte es una subespecie del rinoceronte blanco que solía habitar en partes de Uganda, Chad, Sudán, la República Centroafricana y la República Democrática del Congo. Los años de la caza furtiva generalizada y la guerra civil en su hogar devastaron las poblaciones de este animal, considerado extinto en estado salvaje.
Fuente: SINC